En un congreso un asistente le cuenta un chiste verde a otro. Lo oye Adria Richards, defensora de los derechos de la Mujer y, ofendida, les fotografía y lo denuncia en Twitter.
Ésta tiene un gran número de seguidores y la noticia se propaga rápidamente. Puesto que quien contó el chiste está identificado su empresa le despide por dar una imagen negativa de la misma, pero surge una lluvia de críticas hacia la twittera y ésta es despedida también de su trabajo.
Todo esto me hace reflexionar sobre el uso que se le da a Twitter y sobre las consecuencias que puede tener una publicación en Twitter.
¿Merece la pena que dos personas se hayan quedado sin trabajo porque una de ellas se haya sentido ofendida al oír un chiste que no iba dirigido a ella?, ¿nos estamos olvidando de comunicarnos hablando directamente con las personas y sin necesidad de publicar todo?.
¿Qué habrías hecho tú en el lugar de Adria Richards?.
Yo, si me hubiese sentido tan ofendida como para reaccionar, me habría dirigido a ellos directamente haciéndoles ver mi malestar. Siempre con amabilidad por muchos motivos, y uno de ellos es que te harán más caso si empleas buen tono que si te diriges a ellos en tono acusador. Si te expresas con enfado es más probable que provoques en ellos otra reacción negativa.
Y tú, ¿qué opinas?
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