Turismo Rural y Enoturismo van de la mano.
Si partimos de la base de que el Enoturista es (salvo excepciones) Turista Rural y no todo Turista Rural es Enoturista, nos interesa conocer cómo es el Turista Rural para que pueda ser Enoturista.
Turismo Rural
Según este estudio del Observatorio del Turismo Rural titulado El turista rural eno-gastronómico, el 19,7% de los turistas rurales están interesados en el Enoturismo y en la gastronomía, de donde deducimos que alrededor del 80% del Turista Rural no muestra un especial interés por el Enoturismo y la gastronomía: ¡a por él!
Ese turista rural acude a nuestro entorno: seduzcámosle, que venir ya ha venido.
Veamos qué le gusta al turista rural y deduzcamos qué podemos hacer para que sí muestre interés por el Enoturismo, que es lo que a mí me interesa.
Según este artículo titulado Las claves del turismo rural en 2015: el precio no lo es todo, publicado en Hosteltur:
- En otoño y principios de invierno (vendimia y post-vendimia) el turista rural se mueve en grupo de más personas que durante el resto del año (pareja y familias pequeñas)
- Está especialmente interesado en servicios para niños, barbacoa y en la admisión de mascotas
- Demanda conexión a internet
Enoturismo
Si pretendemos que ese turista rural haga también Enoturismo debemos comprender que sus intereses siguen siendo los mismos, que debemos ser nosotros quienes nos adaptemos a ellos puesto que somos nosotros quienes queremos conquistar a ese público.
Expongo aquí 5 puntos clave a tener en cuenta para atraer al turista rural hacia el Enoturismo:
1. Puesto que estos turistas se mueven en grupo, en vendimias debemos poner toda la carne en el asador porque los grupos son mayores
2. Si se mueven con niños y a veces con mascotas es de suponer que no van a ir a una bodega sin ellos, de manera que ofrezcámosles actividades para niños y posibilidad de traer a su mascota.
- Actividades para niños: columpios, frontón con raquetas y pelotas, canasta de baloncesto y balón, portería de fútbol, juegos interactivos, láminas de papel con pinturas, manualidades con corchos de las botellas, decoración de botellas, etc. Especial interés tienen las actividades de creatividad porque lo que creen se lo llevarán a su casa, lo enseñarán y lo recordarán cada vez que lo vean.
Se trata de que estén a gusto, que no se quieran ir y que quieran volver. Y también se trata de que los padres puedan disfrutar de la bodega y sus actividades sabiendo que los niños están jugando. ¿Deben ser los juegos relacionados con el Vino? Pueden serlo, pero desde mi punto de vista no necesariamente. Lo importante es que los niños se diviertan en tu bodega.
- Barbacoa: hay quien ofrece barbacoas haciéndolas el personal de la propia bodega, pero si no entra dentro de tus planes siempre puedes ofrecer la posibilidad de hacer un picnic, que no es lo mismo pero en definitiva es una comida diferente, muy informal y atractiva.
- Mascotas: dispón de un rincón vallado para ellos.
Divulga estos servicios allá donde tengas presencia: publicidad, redes sociales, web, blogs, … Te distingues y eso lo debes dar a conocer.
3. Conexión a internet
El turista es social, viaja con su smartphone, lo utiliza constantemente para buscar información, para hacer fotos y para compartirlas.
Si necesita conexión y pretendemos que comparta su experiencia en nuestra bodega debemos facilitarle las cosas, que comparta “en caliente”. Debemos hacer que ese turista se sienta cómodo y que le seamos de utilidad.
4. Plan Social Media
El turista en general, elige sus propias fuentes de información, y los Medios Sociales tienen cada vez más importancia en la elección de destino para el turista.
Hagamos un Plan Social Media para nuestra bodega, para estar ahí donde el turista rural se mueva, que nos encuentre aunque no nos busque porque estamos donde él está. Atraigámosle con todas nuestras armas de seducción y, por supuesto, hagámosle saber que estamos adaptados a sus necesidades a través de los 3 primeros puntos que he desarrollado en este artículo.
5. Diseño de experiencias únicas
En bodega, en la viña, experiencias relacionadas con el mundo del vino y también con el entorno rural, ya que es esto último lo que realmente busca el turista al que nos estamos dirigiendo, al de Turismo Rural, al de las escapadas. Lo que queremos es que ese turista se enamore de nuestro destino, para lo cual debemos seducirle con lo que le hace disfrutar y con el factor sorpresa, nada de ofrecer lo mismo que los demás porque debemos darle motivos para que nos visite de nuevo, nos recuerde, recuerde nuestra marca y nos recomiende.
Pensemos en talleres personalizados en bodega y también en viñedo, como talleres gastronómicos, artísticos, musicales, picnics, actividades deportivas, yoga, taichí, descanso y desconexión en la viña (cojines, tumbonas, posibilidad de siesta, etc). Importante: al turista rural no debemos colocarle el vino con calzador (ni a él ni a nadie, claro) porque no necesariamente es amante del vino. Es turista.
Turismo Rural y Enoturismo van de la mano.
¿Qué opinas? Cuéntame, me interesa tu punto de vista.
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